¿Qué relación mantienes con tu jefe y compañeros? ¿Te sientes mal porque te da la impresión de que en algunos momentos se aprovechan de tu gran sentido de responsabilidad e implicación?
¿Te cuesta decirles que no? ¿Haces muchas horas extras sin cobrar? ¿algún compañero abusa de tu buena disposición y te carga con más tareas de las que te corresponden?
Si has contestado afirmativamente a la mayoría de las preguntas que te he planteado arriba, entonces es importante que leas detenidamente el artículo que estoy escribiendo, porque sería bueno que aplicaras la ASERTIVIDAD LABORAL, es decir, que comiences a practicar los límites y te atrevas por fin a decir ¡NO! en el trabajo.
ARTÍCULOS RELACIONADOS:
Asertividad el camino hacia una autoestima saludable
APRENDE LA PALABRA MÁGICA “NO”
En el artículo de hoy te explico que, una buena y saludable autoestima comienza por poner en práctica la ASERTIVIDAD en el lugar de trabajo.
Como te expliqué en el artículo anterior, se trata de una forma de comunicación en la que hay un intercambio justo y equilibrado entre tú y los demás, exponiendo todos los participantes sus puntos de vista, incluyéndote a ti, con respeto y aceptación.
En muchas ocasiones, a las personas les da miedo negarse a realizar una tarea o a decir que no a la solicitud de algún compañero, por miedo a no ser aceptado, a que te echen del grupo o incluso, a la posibilidad de ser despedid@.
Decir a todo que sí, al contrario de lo que parece, a la larga implica que tanto los compañeros como los jefes te consideren una persona con poca voluntad, fácil de convencer, temerosa y en busca de aceptación y reconocimiento por encima de cualquier cuestión profesional.
Exponer tu criterio con fundamento, decir que no a determinados proyectos justificando tu decisión y establecer un espacio y roles de trabajo definidos hará que tanto tus compañeros como jefes vean en ti una persona profesional, con buen criterio, resolutiva, confiable y honesta.
Y... ¿Cómo puedes conseguir ser así? Pues entre otras cosas, puedes poner en práctica algunos consejos que voy a darte.
CÓMO MEJORAR LA ASERTIVIDAD LABORAL
Lo primero que tienes que hacer es convencerte a ti misma de que, si quieres, puedes cambiar.
Empieza a observar cómo eres en el trabajo y, cada vez que vayas a decir “sí” piensa si es un sí de verdad o es un no disfrazado de “voy a decir que sí no vaya a ser que el jefe me coja manía”.
Otro hecho que puede suceder cuando comiences a cambiar de actitud es que se sorprendan por tu nueva forma de ser.
No te preocupes por eso ni te sientas culpable, al final lo aceptarán y comenzarán a respetarte a ti como persona y a tus opiniones como profesional.
Voy a comentarte a continuación algunas cuestiones a tener en cuenta para comenzar a practicar la asertividad laboral:
HABLA PRUDENTEMENTE. Seguro que al principio te pondrás nervios@ y quizá por la falta de costumbre, en algún momento contestes de mala manera o de forma impaciente. Para que no te pase, reflexiona y no decidas inmediatamente a lo que te soliciten. Date tiempo para meditar una respuesta aceptable y diplomática.
UTILIZA LA PRIMERA PERSONA PARA HABLAR. Exprésate empezando con un “yo” sobre lo que piensas o sientes. De esta manera no culpabilizarás, criticarás ni enjuiciarás. Por ejemplo, es mejor decir “me gustaría que contaras conmigo para este proyecto” en lugar de “hay que ver quién va a participar en este proyecto” “me sentiría mejor si contaras conmigo cuando planificas el calendario” en lugar de “nunca cuentas conmigo para planificar el calendario”.
SÉ CLARA Y CONCISA AL EXPRESARTE. Para eso, ten definidas las cosas con claridad en tu mente antes de verbalizarlo. En muchas ocasiones al no tener claro el punto de vista, es difícil exponerlo y expresarlo adecuadamente.
DA TU OPINIÓN EN LA MEDIDA JUSTA. Cuando pidan tu opinión, intenta no quedarte corta en tu comentario, pero tampoco hacer una larga exposición. Tampoco la des desde la perspectiva de “total no me van a hacer caso, ni me esfuerzo” o desde “estos se van a enterar de lo que pienso les guste o no”.
5. VALÓRATE ADECUADAMENTE. Cuando vayas a dar tu opinión, que se te vea convincente y con la idea clara. NO comiences la frase con un “no sé si puede servir, pero…” “quizá sea una tontería, pero…” mantente firme y convencida de lo que digas.
6. PON LÍMITES DISTINGUIENDO EL ORIGEN DEL PROBLEMA. Establecer hasta dónde llegar es importante y para eso es clave saber detectar si los problemas tienen su origen en la empresa, en la falta de comunicación por parte de la organización o porque quizá tus jefes no distingan entre lo importante y lo urgente haciendo que el ritmo de trabajo sea con frecuencia estresante.
7. NO PERMITAS QUE OTROS SE ATRIBUYAN TU MÉRITO. En algunas ocasiones puede sucederte que tu jefe, delante de superiores o en una reunión importante, se atribuya un trabajo realizado por ti o que no te nombre habiendo sido parte activa de un proyecto.
Esto puede resultar muy frustrante. Una vez que la reunión acabe o cuando estéis solos, defiende tu derecho a que te mencione (utilizando el punto 1) y lo desmotivad@ que puedes sentirte si después de hacer todo el trabajo no le pone el valor que se merece (utilizando el punto 2).
8. TEN EN CUENTA TUS PROPIOS INTERESES. No estés más centrad@ en los intereses de la empresa ni en lo que pensarán de ti que en tu propio bienestar. Es cierto que, pertenecer a un grupo exige a veces algún sacrificio, pero no significa relegar sistemáticamente tu equilibrio entre dar y recibir.
CONCLUSIÓN
Como has podido ver a lo largo de los últimos artículos, la AUTOESTIMA influye determinantemente en la manera en la que te comunicas, pudiendo hacerlo desde una valoración adecuada y positiva de ti mism@ o, por el contrario, desvalorizándote y dando a los demás un mensaje distinto a lo que realmente eres, un ser único e inimitable que ocupa un lugar también único en el Universo que habitamos.
Para trabajar a fondo en estos temas he creado el Taller de Autoestima y Asertividad "Puedo y Quiero".