A lo largo del tiempo que llevo escribiendo este blog he tratado las heridas y cargas emocionales de la infancia y en esta ocasión quiero escribir sobre los niños no deseados. Algunos artículos anteriores relacionados son:
Cuando hablo de traumas o bloqueos, siempre hago alusión a cómo fue y lo que pudo ocurrir en tu infancia, porque esos años son decisivos en tu posterior desarrollo y madurez.
En el artículo de hoy te contaré sobre una carga emocional de la infancia que puede llegar a ser un lastre en tu felicidad y plenitud posterior: LOS NIÑOS NO DESEADOS.
Y es que el tema de la maternidad y los hijos, en ocasiones, no es tan bonito cómo nos lo pintan.
Si sabes o intuyes que fuiste un niñ@ no deseado lee hasta el final, este artículo te puede interesar.
NO ENTRABA EN MIS PLANES TENER UN HIJO, ¿AHORA QUÉ?
A un embarazo no deseado se puede llegar de muy diferentes maneras, no solo por falta de precaución, y hoy en día independientemente de las creencias o valores morales, existen distintas posibilidades que puedes tener en cuenta.
No voy a entrar en este tema tan sensible, pero sí que quiero ofrecerte algunos consejos si te quedas embarazada:
Si te ocurre, cálmate. Tómate un tiempo de reflexión antes de hacer nada y no te dejes arrastrar por el miedo.
Si es factible, háblalo con tu pareja, cuéntale lo que ocurre, háblale de tus miedos e inseguridades y pídele su opinión. Acéptala, aunque no sea la misma que la tuya.
Si lo necesitas, coméntaselo a un número muy reducido de personas que sepas que no te van a juzgar, que serán objetivas y que te apoyarán en cualquiera de tus decisiones.
Si ves que la situación te supera, puedes acudir a una psicóloga que te asesore y te haga ver las cosas desde otra perspectiva más objetiva y alejada.
Recuerda que puedes contar con mi ayuda profesional y con mi amplia experiencia en consulta. Te dejo mis datos por si quieres CONTACTAR conmigo.
Lo que SÍ es de VITAL IMPORTANCIA, y de lo que dependerá el bienestar emocional y psicológico de tu futuro hijo, es que si decides seguir adelante, aunque no lo hubieras deseado, lo vas a tener.
A partir de ese momento es prioritario para tu futuro bebé cuidarlo y AMARLO.
“NO FUI UNA HIJA DESEADA”
Todos los hijos tienen la necesidad de creer que sus padres desearon tenerlos, de ser frutos del deseo, del amor y de querer construir una familia.
Sin embargo, son muy frecuentes los casos en los que los hijos llegan sin haberlo premeditado y en momentos en los que son considerados “inoportunos”.
Las consecuencias emocionales de ser un hijo no deseado, si no son tratados adecuadamente pueden llegar a desarrollar en este, comportamientos y estados emocionales y psicológicos que le duren toda la vida.
Si la madre además intentó un aborto que no tuvo éxito, las secuelas a largo plazo para el hijo pueden pasar por un pánico constante a la muerte, tendencias a la ansiedad, a la depresión o poseer tendencias suicidas.
Por eso en psicología del trauma trabajamos mucho con el niño interior, esa parte profunda nuestra en la que están contenidas las heridas y carencias de la infancia, y que si no tratamos adecuadamente, mediante la terapia, podemos arrastrar toda la vida.
CONSECUENCIAS FÍSICAS, EMOCIONALES Y PSICOLÓGICAS
Los síntomas que pueden llegar a tener en la edad adulta aquellos niños no deseados son muy diversos:
-Que en su interior tengan esa sensación de vacío constante, de que “falta algo” que no saben muy bien qué es.
-Al no haber recibido amor y cariño, en su vida adulta puede que les sea difícil construir relaciones saludables de afecto. Quizá sientan que les “invaden” su intimidad ya que no la reconocen. Poseen un pobre sentido de pertenencia.
-No saben llegar a un equilibrio y pueden oscilar entre sentimientos de inferioridad y egolatría.
-Buscan obsesivamente su lugar en el mundo y la aprobación de los demás.
-Pueden buscar a la “madre” que no tuvieron en relaciones de amistad, de pareja, etc.
-Sentirse un “intruso” en su propia familia ya que no es “admitido” en el grupo, aunque hayan aceptado tenerlo y criarlo.
¿CÓMO PUEDO SANAR ESTA SITUACIÓN?
Todas las consecuencias que te he nombrado en el párrafo anterior son síntomas que puedes llegar a tener, pero, aun así, tranquila, es posible sanar las heridas emocionales con voluntad, perseverancia y ayuda en caso necesario.
1-El primer paso es admitir que tus padres no desearon tenerte y sí, es algo duro de asumir, pero cuanto antes lo reconozcas antes podrás comenzar a sanar el corazón.
2-Con total honestidad, comienza a observar qué emociones escondes en tu interior sobre el hecho. Reconócelas y siéntelas a flor de piel para después poder dejarlas marchar. Hazte amiga de la rabia, el miedo, el odio, la tristeza, la apatía…
En este sentido puede interesarte leer algunos de mis artículos relacionados con las emociones:
3- ¿Te has preguntado alguna vez qué circunstancias vivía tu madre en ese momento para poder comprenderla?
La comprensión de lo que tu madre vivió será lo que pueda llevarte finalmente a liberar y soltar ese nudo emocional que te ha mantenido atada al trauma.
Esto te hará dejar de necesitar que te ofrezca el amor que tú quieres y aceptarla tal y como ella es.
CONCLUSIÓN
Es posible que hayas tenido una infancia traumática por la influencia negativa de unos padres o de una madre que no te ha deseado ni quizás querido, pero una vez adulta, puedes llegar a tomar plenamente las riendas de tu vida.
El peor amigo con el que te puedes aliar y que puede llegar a bloquear esa liberación es el VICTIMISMO. Ya sé que la mayoría de las veces puedes entrar en bucle en ese tipo de emociones inconscientes y se te haga difícil salir, pero entonces, PIDE AYUDA.
No intentarías atravesar tú sola un desierto sin agua ni comida ¿verdad? Pues emocional y psicológicamente hay momentos en los que es necesario el acompañamiento.
Eso sí, confía siempre es psicólogos colegiados y especializados en terapia emocional y del trauma.
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