En artículos anteriores has visto qué son las EMOCIONES BÁSICAS y cuáles son las EMOCIONES SECUNDARIAS.
Aquí te quiero hablar de las emociones sustitutivas o rebusques, también llamadas Sentimientos Parásitos.
Ya sabes que una emoción es un estado de ánimo producido por un estímulo o un suceso. Puede ser más o menos intenso, ser más o menos proporcionado al estímulo recibido y puede llevarte a tomar determinadas decisiones o a actuar de cierta manera.
Saber gestionar adecuadamente las emociones permite, a su vez, gestionar tu autoestima y poder personal acertadamente. A esto denominamos buena salud emocional.
También vimos que las emociones básicas son innatas y las secundarias, también llamadas emociones sociales, surgen a partir de los dos años de edad y pueden verse influenciadas, entre otros factores, por la familia o la sociedad.
Conforme vamos creciendo, y nos van educando, surgen determinados mecanismos de expresión con los que vamos sustituyendo las emociones genuinas y auténticas por otras sustitutivas, pero mejor aceptadas, a lo que tu entorno considera aceptable. Esto provoca que no seas capaz de expresar libremente lo que sientes por miedo al rechazo, familiar o social.
Si sigues acompañándome a lo largo del artículo podrás averiguar en cuáles sueles moverte y analizar cuál es su origen. Sólo de esta manera podrás reconocerlas, sanarlas y expresarlas correctamente, contribuyendo positivamente a tu equilibrio y bienestar personal.
EMOCIONES AUTÉNTICAS Y EMOCIONES FALSAS
Eric Berne, creador del análisis transaccional, separó las emociones en dos categorías, dependiendo de si nuestro niño interior está sano o padece adaptación negativa. Las primeras serían naturales y auténticas mientras que las segundas serían adquiridas.
Esta segmentación está motivada por diferentes variables como las creencias familiares y culturales; las emociones no se expresan de la misma manera en Inglaterra que en el Mediterráneo, en la cultura latina que en Oriente, por ejemplo.
EMOCIONES SUSTITUTIVAS O REBUSQUES
Cuando eres pequeña tu predisposición natural es sentir y responder con emociones auténticas y es la familia y el entorno los que, de una forma siempre inconsciente, te van enseñando a enmascararlas, a sustituir las genuinas, pero a veces “incorrectas” según su sistema de creencias, por otras mejor vistas, a su modo de entender. El resultado es un mal manejo emocional que en la vida adulta puede producirte trastornos psicosomáticos, mala resolución del estrés, bajo índice de tolerancia a la frustración, etc.
De este modo conviertes un estado de ánimo original en un sucedáneo de emoción, manipulado con el fin de encubrir una reacción emocional no permitida, por la razón que sea. Utilizas un “rebusque” o emoción sustituta al no tener permiso para expresar lo que sientes de verdad.
Esto produce trastornos importantes porque, inconscientemente, consideras que existen sentimientos permitidos y prohibidos, todo ello provocando una gran confusión emocional.
Voy a ponerte un ejemplo: "Luisa tiene 5 años y está jugando y pasándolo bien. Salta, ríe y canta. Sin embargo, su madre, con tendencia a estados de ánimo deprimidos, se queja y le riñe porque hace mucho ruido, le molesta y le provoca dolor de cabeza y malestar. Luisa se calla, deja de jugar y se va a su cuarto con sentimiento de culpa. Si esta situación se repite una y otra vez, Luisa, aprenderá a reprimir su alegría y reemplazarla por la culpa, de manera que, cuando de mayor se sienta alegre o se sienta feliz, automática e inconscientemente, se sentirá culpable."
- En otro caso, una familia sólo acepta el hecho de que “todo debe estar siempre bien”, generando una “falsa alegría” ante cualquier circunstancia vital.
- Cuando sólo te prestan atención si estás enferma, terminarás por adoptar una actitud de víctima para que te presten atención permanente.
- Una mujer con miedo irracional a que nadie la quiera, al tener pareja, puede mostrarse poco afectiva y celosa en lugar de alegre y afectiva. Si la pareja termina abandonándola, alimentará la idea de que nadie la va a querer y reforzará ese temor.
¿CUÁLES SON LAS EMOCIONES SUSTITUTIVAS MÁS COMUNES?
- Falsa alegría: sonreír o mostrarte alegre para complacer a otro, cuando realmente estás mal.
- Falso afecto: forzarte a querer a alguien sin sentirlo. Ser empalagosa.
- Falso miedo (fobias): temor irracional aprendido o adquirido por hechos traumáticos de alguien de la familia.
- Ansiedad o angustia: temor indefinido ante un estímulo o ante el futuro sin ningún motivo justificado.
- Culpa: miedo al castigo, por ejemplo por disfrutar, aunque no hagas mal a nadie.
- Confusión: bloqueo o incapacidad para razonar. Puedes verbalizarlo con frases como “qué tonta soy”.
- Falsa rabia: puedes sentir ira, incluso odio, sin motivos justificados para un observador imparcial, y puede durarte toda la vida.
- Resentimiento: se parece a la falsa rabia, pero la internalizas, mascullas. Suele causar hipertensión y úlceras.
- Celos: encubren la inseguridad, sentimientos de inferioridad ante la competencia por la persona amada.
- Rivalidad: cuando siempre pretendes ganar, tener lo mejor o no dejarte superar por otro. Altamente competitiva.
- Sadismo: falsa alegría por el sufrimiento ajeno.
- Triunfo maligno: cuando te da gusto haber ganado frente a otro que ha perdido.
- Depresión: falsa tristeza provocada por autocrítica o conmiseración interna. Se produce por la prohibición de sentir o expresar rabia, volcando ese sentimiento hacia ti misma.
- Melancolía: grado extremo de depresión.
- Envidia: tristeza y rabia por el bien ajeno. En lugar de mejorarte a ti misma, quieres quitarle a otro lo que tiene.
¿CÓMO DISTINGO UNA EMOCIÓN AUTÉNTICA DE UNA SUSTITUTIVA?
Sobre todo porque la genuina es una respuesta coherente al estímulo que la ha activado, con una intensidad y duración proporcionada, experimentándose, además, ambas cosas al mismo tiempo.
También se caracteriza porque al ser auténtica, provoca en los demás la misma reacción por empatía, si son personas emocionalmente saludables. Por lo tanto, si estás realmente triste, otra persona sentirá tu tristeza o, si estás alegre, se alegrará también.
En cambio, un rebusque es algo incoherente, desproporcionado y puede surgir, por ejemplo, como una risa forzada en un duelo, o una rabia elevada ante un asunto sin importancia. Una cuestión relevante es que este tipo de falsas emociones pueden pasar de generación en generación a través del aprendizaje y la imitación, no en vano, también son llamados sentimientos parásitos.
¿PUEDO CAMBIAR MIS EMOCIONES?
Una vez que has llegado hasta aquí, has decidido ser valiente y por fin deseas tomar las riendas de tu vida emocional, te propongo que, en lugar de “cambiar” tus emociones, las “reeduques”, es un término que implica aprender e ir “dándote cuenta”.
El buen camino se inicia observándote, analizando cada una de tus respuestas a los estímulos de tu experiencia vital, preguntándote por qué reaccionas así, si es una reacción coherente o desproporcionada. Si es incoherente, observa quién de la familia actúa de la misma manera, o quién te dijo que era mejor ese tipo de respuesta emocional. Sé consciente también de qué tipo de pensamientos tienes y las reacciones emocionales que los acompañan, si tienes tendencia hacia los destructivos en lugar de constructivos.
Conforme vayas realizando estos ejercicios de introspección, ve poco a poco modificando tu conducta emocional, sincérate contigo misma de manera que, ante una emoción que ya has descubierto falsa, puedas confesarte a ti misma la auténtica emoción que hay detrás. No importa que la consideres buena o mala, eso son juicios aprendidos, deja que aflore lo genuino en ti, porque sólo de esta manera, podrás encontrar el Camino a la Libertad Emocional.
De una buena gestión emocional va a depender la calidad de tus relaciones, contigo misma y con los demás, que seas feliz y creadora de tus propias experiencias o continuar simplemente, reaccionando ante las circunstancias de la vida.
¿Te atreves? Sólo hace falta valentía y perseverancia para empezar. Es importante que sepas que no estás sola, muchas mujeres están en el mismo proceso que tú y también puedes contar con mi experiencia como psicóloga colegiada para acompañarte, para ayudarte y para darte herramientas que te ayuden en este tránsito emocional.
Y tú...¿con qué emociones sustitutas te identificas? ¿Qué rebusques utilizas más?
Si lo deseas, puedes dejarme tu comentario al final del artículo. ¡Me encantará leerlo!
También si tienes alguna duda o pregunta.
Alicia
Suelo enojarme con facilidad. A veces ni sé qué me ha generado ese malestar. No me gusta sentirme así. Gracias!
Fina Esclapez
Hola Alicia,
Si hay una emoción de enfado permanente en ti, que incluso a veces se transforma en agresividad, posiblemente hay alguna herida profunda en tu interior, algo no resuelto del pasado, que hace que algunas situaciones del presente (incluso algo sin demasiada importancia) se conviertan en detonantes para conectar con esa herida. Y entonces surge la respuesta emocional en forma de enfado o ira.
Te diría que reflexiones, que mires cuál puede ser la causa de ese malestar. Y, si puedes, vayas a él, conectes con la herida y lo que hay debajo de esa rabia…casi siempre suele ser dolor: dolor al sentir rechazo de mamá o papá, dolor por no recibir de mamá o papá el reconocimiento esperado, dolor por no ser tenida en cuenta…etc, etc…no sé cuál puede ser en tu caso.
Lo que sí te digo es que el primer paso para sanar es «darse cuenta», tomar conciencia de que algo no está bien y, a partir de ahí, buscar y enfrentar ese dolor, conectar con la herida profunda…es la única manera de sanarla.
Y no dudes en buscar ayuda profesional si la necesitas. Sufrir no merece la pena, te lo aseguro. Y la solución, seguro, es más sencilla de lo que crees.
Un abrazo!
fiorela
Fina amo mucho a mi familia esposo e hijos pero cuando me amargo por cualquier cosa siento una ira incluso llego a mirar con mucha cólera a cualquiera de ellos no se porque paso de un estado tan amoroso a uno de cólera en segundos a que se debe
Fina Esclapez
Hola Fiorela,
seguramente tiene que ver con heridas de la infancia.
No conozco tu caso pero normalmente cuando esto ocurre es porque hay un Niño Interior (parte profunda de uno mismo) que tiene heridas o traumas profundos de la primera infancia, quizá alguna herida de abandono, con mucha sensación de soledad ahora de adulta.
Cuando hay heridas o traumas emocionales profundos es común conectar con la ira o agresividad, en ocasiones exagerada, y ocurre lo que estás diciendo, ni tú misma entiendes porque te pasa…
Sería bueno hacer un trabajo interior para poder sanar esas heridas de la Niña Interior.
Ya sabes que también ofrezco consulta online. Y estoy por empezar un reto gratuito en facebook «Emociones Saludables», al que te puedes inscribir.
Un abrazo!