¿Alguna vez, un amigo, familiar o compañero de trabajo te ha dado una buena noticia sobre su vida y has sentido una punzada en la boca del estómago? Algo en tu interior hace que te sientas mal y con emociones encontradas; por un lado quieres alegrarte por esa persona, pero por otro no puedes evitar sentir que quizá tú te lo merezcas más y, sin embargo, el éxito, premio, ascenso, etc, no ha sido para ti. Esto que estás sintiendo es lo que se denomina ENVIDIA. En este post vemos como manejar la envidia en tu vida.
Vamos a desgranar esa emoción tan perjudicial llamada ENVIDIA.
Qué es
Cómo surge en tu vida
¿Existe la envidia sana?
Rasgos de una persona envidiosa
Cómo superarla
¿Qué es la envidia?
Es una manera de experimentar una serie de emociones negativas como furia, resentimiento, cólera, indignación, fastidio, hostilidad, irritabilidad, pesimismo, autocompasión, culpa, melancolía o abatimiento que se llega a transformar en sentimientos más profundos y luego en pensamientos poco o nada placenteros.
(Si te interesa saber más sobre emociones, te invito a leer mi artículo: ¿Qué son las emociones?)
En casos muy graves, puede alcanzar rasgos patológicos y llegar a convertirse en violencia u odio, depresión grave o, incluso, pánico. La envidia es altamente destructiva y en su extremo, sin control y en casos muy aislados, puede llegar al asesinato.
Hay muchos elementos que pueden originar tu envidia: la alegría de otros, su felicidad, el placer con el que disfrutan de la vida, las cualidades ajenas, los bienes materiales que otros poseen, sus condiciones de trabajo mejores que las tuyas, su apariencia física, su espiritualidad, su ropa, su dinero, su pareja, sus habilidades sociales, su suerte...etc.. Todas estas características hacen que puedas verte como alguien inferior, con limitaciones económicas, infeliz. En muchos casos, crees que si una persona lo tiene es porque se lo ha arrebatado a otra o a ti.
Un caso muy típico de envidia es el pensamiento de que “los ricos son ricos porque se lo arrebatan todo a los pobres”. Esta creencia es muy limitante y provoca rencor hacia personas que han tenido éxito en la vida. El otro, se transforma en competidor o rival simbólico; le hemos adjudicado un papel que él ni siquiera conoce.
¿CÓMO SURGE LA ENVIDIA EN TU VIDA?
Las principales causas de la emoción envidia:
-Haber vivido tu infancia y adolescencia en un ambiente familiar donde constantemente te comparaban con otras personas que se suponía que eran mejores que tú.
-No haberte enseñado a comprender y manejar los celos infantiles.
-No haber recibido estímulos y refuerzo positivos por tus conductas y actitudes.
-Haber crecido o vivido con personas muy demandantes, perfeccionistas, que fijaban metas inalcanzables y haberte apropiado de estos sistemas de creencias en tu madurez.
-No hacer introspección ni tener un conocimiento de ti mismo/a, por lo que no sabes reconocer tus cualidades y aspectos positivos ni tampoco perdonar tus fallos.
-Falta de amor y atención en tu infancia y adolescencia.
-Por conducta aprendida, si has crecido en un ambiente con personas envidiosas a tu alrededor.
¿EXISTE LA ENVIDIA SANA?
A menudo cuando comentas algo bueno que te ha sucedido o te lo cuentan a ti, es común la expresión “qué envidia me das, pero envidia de la sana, ya me comprendes”. Pero...¿Existe realmente un sentimiento que sea sano si provoca en ti un malestar interior, una comparación y un desasosiego? Si realmente sientes alegría por lo que le ha ocurrido a la otra persona, el término adecuado sería “admiración”.
Cuando utilizas el término “envidia sana” realmente es porque estás anhelando que lo que te ha contado te sucediera a ti, es un sentimiento de que esa persona ha conseguido algo que tú no, y se mezcla con emociones como el rencor, la avaricia o la frustración. En realidad, estás “enmascarando” todas esas sensaciones negativas con una palabra positiva porque socialmente no está bien visto y deseas quedar bien ante los demás para no ser señalado/a como una persona envidiosa. Es algo aprendido de la sociedad y la cultura en la que has crecido.
No olvides que es un sentimiento que siempre viene acompañado de emociones como el rencor, por lo tanto, nunca puede ser considerado sano. Quizá sea el momento de que te des cuenta de esto y te observes con mucha paciencia, honestidad y amor hacia ti mismo/a, tus propias emociones para así poder transformarlas.
Te recomiendo la lectura de mi artículo “qué son las emociones sustitutivas o rebusques”
RASGOS DE UNA PERSONA ENVIDIOSA
Es una emoción que todos hemos sentido alguna vez, por nuestra condición humana, sin embargo hay personas que no pueden controlarla, no saben cómo manejar su envidia y, entonces, puede volverse altamente nocivo, tanto para ellas como para los que la rodean. Algunos rasgos y manifestaciones pueden parecer otra cosa, pero hay que estar atentos a estas características:
-El que compara y gana: son personas que siempre se comparan con los demás y necesitan ganar cuando lo hacen. Superan a otros por contraste. Están pendientes de los demás: de su ropa, su coche, su pareja, sus trabajos y suelen lanzar comentarios que minimizan el valor de lo tuyo ensalzando lo suyo: “me he enterado que tienes un mal jefe. Pues yo tengo uno maravilloso que me trata fenomenal”.
-Solidaridad mezquina: es un recurso muy utilizado y muy dañino. Utilizan la frase “solo quiero ayudarte” y suelen ser personas entrometidas, que buscan conocer las intimidades de los demás o sus asuntos personales. Utilizan la información para generar enredo y confusión en el entorno. Dan consejos gratuitos, alertan a los demás de posibles enemigos y crean malestares innecesarios. En realidad, lo que los mueve es la envidia.
-El sadismo dulce: suelen ser personas atentas y afables mientras hacen cosas que entorpecen tus planes o ponen obstáculos en el camino de la consecución de tus objetivos. Sin embargo y en apariencia siempre son bienintencionados. Si, por ejemplo, tienes un evento importante y le pides que te recoja el vestido de la tintorería, puede ser que se olvide o que, por accidente, al recogerlo se le caiga en un charco o te lo entregue arrugado, etc.
-La grosería convertida en “sinceridad” y “agresión”: las personas envidiosas se caracterizan por no utilizar ningún tipo de filtro para emitir sus mensajes. Hacen críticas despiadadas, sin reparo y sin derecho a hacerlas y su apreciación no aporta nada útil ni positivo a la situación. “La ceremonia ha estado muy bonita pero la próxima vez que celebres algo procura que los invitados no se queden con hambre”.
-El sarcarmo: es el más común de los recursos utilizados. Sería utilizar la burla cuando se dice algo, para dar a entender lo opuesto de lo que se está diciendo. Son mensajes con doble sentido, se dice algo, pero lo que se quiere decir en realidad es otra cosa. En realidad, la ofensa se origina en la envidia: “qué zapatos más bonitos, lástima que tengas los tobillos tan gruesos”.
¿CÓMO SUPERAR LA ENVIDIA?
Te doy una serie de consejos para mejorar en tu día a día:
-Haz una lista de tus cualidades y fortalezas
-Evita compararte, eso te hace mucho daño e impide que te reconozcas como un ser único e irrepetible. Es una pérdida de tiempo y produce mucho desgaste mental.
-Todas las personas tienen su “momento de gloria” y si alguien brilla hoy, quizá mañana lo hagas tú.
-Convierte la envidia en algo positivo. Si reflexionas y eres honesta/o contigo, puedes llegar a detectar el porqué de esa emoción y reconvertirla para que te ayude a lograr objetivos y metas en tu vida.
-Si observas que a tu alrededor hay personas que presumen de sus logros con el propósito de hacerte sentir mal, aléjate de ellas porque tienen problemas de autoestima.
Resumiendo, y para terminar, quiero comentarte que sentir envidia, en ocasiones, puede ocurrirte y no pasa nada, es una emoción universal y propia de la condición humana, pero si llega a obsesionarte, o a interferir en tu vida, puede convertirse en un problema tanto para ti como para tus relaciones interpersonales. Observarte, aceptarte tal como eres y tener el ánimo de mejorar, es lo que te convertirá en mejor persona y hará que puedas superarte en cualquier situación que la vida te presente. Es imposible que puedan compararse una nuez a una almendra, un árbol a una plantita, el sol a la luna. Por esa misma razón y sabiendo que eres un ser único e irrepetible, ¿qué sentido tiene que te compares con otra persona? Cada uno de nosotros tenemos unas virtudes y dones que el Universo nos ha regalado. Explora cuáles son los tuyos y poténcialos, sin fijarte en los demás, sin depender de sus opiniones o comentarios. Esto te ayudará a crear un mundo personal de bienestar y plenitud a tu alrededor.
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Susi
Hola Fina y buenos días a tod@s, muy buen artículo, como siempre para reflexionar, aprender y seguir creciendo. Muchísimas gracias, un beso y un abrazo fuerte.
Fina Esclapez
Muchas gracias Susi