Asertividad, los límites del respeto:
- Llevas años casada y siempre que tu suegra va a comer a tu casa, mientras preparas la comida, te va diciendo cómo hacerla de manera que le guste a su hijo.
- Tú estás soltera y tus hermanos no y los fines de semana tenéis que cuidar de vuestro padre o madre. Y, como tú se “supone” que no tienes cargas familiares, siempre te toca a ti quedarte con ellos.
- En el trabajo te gusta hacer las cosas de una manera responsable, así que algunos compañeros hacen sus tareas mal y terminas haciéndolas tú por ellos.
- Cuando llega a casa tu pareja deja todas las cosas tiradas por la casa, sin tener en cuenta que has estado arreglándola y limpiándola durante horas.
- Tienes hijos adolescentes y cuando les pides que arreglen su habitación, te responden de mala manera.
¿Te resuena o te ves identificad@ con alguna de estas situaciones o similar?
¿Cómo sueles responder?
- Te callas y haces lo que te dicen, permitiendo que los demás te digan cómo actuar, aunque luego te sientas mal.
- Te ofendes y contraatacas con malas formas, y de manera un tanto agresiva, imponiendo tus ideas sin tener en cuenta las del otro, aunque luego te sientas mal.
En la mayoría de los casos, una persona suele comunicarse de forma PASIVA (te callas) o de manera AGRESIVA (atacando), pero existe una tercera forma de resolver estas situaciones que requiere práctica y observación por tu parte, es la ASERTIVIDAD.
De ella te voy a hablar en el artículo de esta semana.
¿Qué es la Asertividad?
La ASERTIVIDAD es la habilidad de ser capaces de expresar nuestros pensamientos, emociones y decisiones de una manera firme pero amable, abierta, directa, adecuada, respetándonos a nosotros mismos y a los demás, aprendiendo a “negociar”.
Es darle importancia, no sólo al mensaje sino a la forma de decirlo.
Utilizar la ASERTIVIDAD es aprender a saber pedir, negarse, e incluso ser flexible para poder conseguir lo que se desea, teniendo en cuenta los derechos del otro y sabiendo expresar tus sentimientos claramente.
A través de la asertividad, puedes hacer y recibir cumplidos y también hacer y aceptar quejas.
De pequeña/o puede que te enseñaran que cuando hablaban los mayores, los niños se callaban o no podían contradecir lo que escuchaban.
Con el paso de los años, esta creencia pudo arraigarse en ti de manera que se convirtió en una voluntad inconsciente de intentar complacer siempre a los demás para evitar las disputas, el rechazo o tu propio sentimiento de culpa por no estar de acuerdo con alguien.
Pudieron enseñarte que es egoísta anteponer tus propias necesidades por encima de las de los demás y que cuando algo no te gustaba, era mejor callar.
¿Te suena lo que te estoy contando?
Pues por fortuna, la ASERTIVIDAD es una habilidad que SE PUEDE APRENDER Y MEJORAR.
La asertividad siempre va ligada a la Autoestima (mira mi anterior artículo sobre Autoestima)
BENEFICIOS DE COMUNICARTE CON ASERTIVIDAD
Aprender a comunicarte con asertividad consigue que tengas muchas más probabilidades de tener éxito, porque estás realizando una solicitud desde el respeto hacia ti misma/o y hacia el otro; la persona que tienes enfrente lo ve, lo siente y lo respeta.
Esto no quiere decir que siempre sea así. Con esto no lograrás que todas las personas te quieran, no se enfaden o estén siempre de acuerdo contigo; siempre habrá quien no acepte tus condiciones porque van en contra de las suyas o incluso se sientan atacados.
Lo que sí puedo asegurarte es que TÚ SÍ que te sentirás bien contigo.
- Aumentará tu autoestima volviéndola más saludable.
- Mejorará tu bienestar emocional.
- Te ayudará a marcar tus propios límites.
- A establecer prioridades y tomar decisiones, a conocer tus necesidades.
- Te ayuda a comprender tus errores y los de los demás.
- Te genera confianza en quién eres y lo que deseas.
- Te hace generar relaciones sociales saludables y evita que atraigas personas tóxicas (o que lo puedas llegar a ser tú).
- Permite que puedas compartir tus sentimientos con los demás y que ellos las compartan contigo.
- Resuelves problemas diarios sin llegar a sentir ira, rabia o descontrol
- Puedes dar tu opinión o incluso pedir un favor sin temor.
- Preguntar el porqué de un asunto y sentirte legitimado a cuestionarlo...etc..
CÓMO COMUNICARTE CON ASERTIVIDAD.
Te preguntarás ¿y cómo puedo adquirirla?, pues sigue leyendo y te responderé a esa cuestión con una serie de técnicas.
TÉCNICAS PARA COMUNICARTE CON ASERTIVIDAD:
- NADIE PUEDE LEER TU MENTE: “es que mi marido me conoce muy bien y tendría que saber que eso no me gusta”, “me enfada que la familia o los amigos se presenten sin avisar, ya tendrían que saberlo porque me conocen”, “mi jefe tendría que saber que me merezco un ascenso”.
Pero...¿quién puede saber lo que pasa por la mente de otra persona si incluso a veces uno mismo no lo sabe?
2. APRENDE A PEDIR.
No des nada por sabido, expresa tus deseos abiertamente y en voz alta, con tranquilidad y sin ofender. Evitarás enfados y frustraciones si no te complacen o respetan.
3. ESCUCHA DE FORMA ASERTIVA:
Cuantas veces te están hablando y mientras lo hacen estás pensando en qué vas a contestar. Eso no es escuchar, es oir.
Haz una escucha activa, es decir, mira a la persona, asiente para que sepa que el mensaje te está llegando, espera a que termine y entonces expón tu punto de vista con calma y respetando los tiempos del otro.
Ten siempre en cuenta que, la otra persona tiene derecho a pensar y expresarse de forma diferente a ti.
4. ATRÉVETE A DECIR “NO”:
Practica delante del espejo si es necesario. Sé consciente de que tienes derecho a decir no, sin sentir culpa y sin tener la obligación de dar explicaciones y excusas. Por la misma razón, los demás también tienen el mismo derecho que tú a decirte que no.
5. UTILIZA MENSAJES “YO”:
Así te reafirmarás en tus opiniones, emociones, derechos y deseos.
Además, cambia mucho el sentido de las frases: “yo no estoy de acuerdo en este asunto” en lugar de: “estás equivocado”. “yo creo que ocurrió de otra manera” en vez de “eres un mentiroso”.
Aprende a defender “TU VERDAD”, no “LA VERDAD”.
6. REVISA TUS CREENCIAS:
Cambia formas de pensar negativas que te impidan hacer valer tus derechos: “mi hermano me ha pedido dinero y no se lo he dado, qué mala hermana soy” por “mi hermano siempre está malgastando y no puedo darle dinero a una persona que lo derrochará y no me lo devolverá”.
7. HABLA SOBRE HECHOS Y NO SOBRE JUICIOS:
Exprésate basándote en hechos y no en lo que te parece: “a la comida quizá le falta un poco de sal y de condimentos” en lugar de “esta comida no sabe a nada”.
8. EXPRESA TUS EMOCIONES:
Acostúmbrate a hablar "desde ti" y a utilizar en tu comunicación el “yo”, y después aplicas una emoción, así es difícil que puedan discutirte cómo te sientes pues sólo tú estás en tu interior, además ayudarás a que la otra persona empatice con lo que le estás expresando: “cuando llegas tarde y sin avisar, YO me siento temerosa e intranquila de que haya podido ocurrirte algo” en lugar de “eres muy egoísta porque llevo esperándote levantada toda la noche y tú sin dar señales de vida”
9. DA LOS MOTIVOS POR LOS QUE PIDES ALGO:
Si expones el motivo por el que estás solicitando algo es muy probable que el mensaje llegue positivizado a tu interlocutor.
Por ejemplo, a tu compañero de trabajo: “por favor, ¿podrías bajar la voz un poco? Es que estoy haciendo un trabajo que requiere de mucha concentración y necesito silencio durante una hora”.
10. TEN TU OBJETIVO CLARO CUANDO TE COMUNIQUES:
No solo tienes que comunicar tu situación sino también dejar claro lo que quieres.
Si tus hijos no colaboran en casa y deseas exponer tu deseo de que lo hagan, tenlo claro al transmitirles el mensaje: “cuando llego a casa me siento muy cansada de trabajar todo el día y aunque sé que vosotros también, me gustaría que pudiéramos entre todos organizar la casa, cada uno su habitación y su ropa de manera que acabemos pronto, y todos podamos descansar”.
Aunque parezca que no te escuchan, mantente firme en tu objetivo, no en ganar la discusión.
11. APÓYATE EN EL LENGUAJE CORPORAL:
¿Sabes que el lenguaje no verbal es muy importante en la comunicación?
Hay muchos cursos y técnicas para mejorarlo. Fíjate en personas a las que admires o que hayan alcanzado éxito profesional o social.
Obsérvalas cómo se mueven delante del público, sus gestos y maneras. Suelen estar erguidos, con actitud de ganador, con la mirada al frente y la cabeza derecha.

CONCLUSIÓN:
Si sientes que necesitas ser más asertivo/a, te animo de verdad a que practiques alguna de estas técnicas que te digo aquí.