SÍNDROME POSTVACACIONAL ¡NO QUIERO VOLVER AL TRABAJO!
Comenzamos septiembre con nuevo artículo y creo que el Síndrome Postvacional va a ser el mejor tema para volver a la rutina, después de un intenso verano. Porque...
¿Quién no se ha sentido niño alguna vez y ha querido hacer “novillos” cuando ha tenido que empezar a trabajar después de vacaciones?
Hoy hablaremos de la vuelta al trabajo después de la época estival, cuando parece que el buen tiempo se acaba, la época de playa y diversión terminan, y hay que volver a la rutina diaria, o sea: los madrugones, el estrés, las responsabilidades y exigencias, en fin, que aparece lo que se llama el SÍNDROME POSTVACACIONAL.
¿Qué es el Síndrome Postvacacional?
Con mucha frecuencia, cuando llega el momento de volver al trabajo después de las vacaciones, puede surgir una falta de adaptación generando un estrés postvacacional y, por lo tanto, un cierto estado de malestar.
Este va acompañado de determinados síntomas característicos:
Síntomas del estrés Postvacacional:
FÍSICOS: cansancio generalizado, alteraciones del sueño y del apetito, dolores musculares.
EMOCIONALES: melancolía, irritabilidad, falta de motivación, apatía.
PSICOLÓGICOS: resistencia mental a la adaptación. Pensamientos temerosos y catastrofistas.
Estos síntomas pueden durar entre 2 y 21 días, hasta que vuelves a adaptarte a tus quehaceres habituales.
Si, de todos modos, estos síntomas se alargasen en el tiempo y no tuvieras manera de adaptarte de nuevo a ello, quizá podría haber derivado en un trastorno adaptativo o afectivo estacional.
Consultar con un psicólogo en este caso, sería lo mejor.
Te dejo mis datos de CONTACTO por si necesitaras contar con mi apoyo y mi experiencia como psicóloga.
Es normal que, durante las vacaciones, rompas totalmente la rutina establecida el resto del año.
Las prioridades cambian para entrar en un período de diversión y descanso: duermes más, sales con los amigos, practicas deporte con más frecuencia, viajas, te relajas y no te preocupan tanto los asuntos domésticos... la cuestión es que, cuando acaban, tienes que afrontar de nuevo los horarios de trabajo, los jefes, las tareas domésticas, los niños, sus actividades extraescolares, etc.
Es importante que te mentalices que, aunque se acabe el tiempo de vacaciones, puedes seguir disfrutando de las cosas. El trabajo tiene un horario laboral y después de acabar, puedes perfectamente salir a tomar algo, al cine o a dar un paseo por la naturaleza.
También puedes organizarte los fines de semana para disfrutar y así hacer la transición mucho más gradual y satisfactoria.
¿Quién es más propenso al estrés postvacacional?
El trastorno postvacacional va fuertemente ligado a cierta manera de ver tu realidad.
Si vives en un país donde el trabajo escasea o en un momento de crisis económica, contar con un puesto de trabajo te hace sentir una persona afortunada y puede ser que, poder tenerlo después de unas vacaciones, te haga volver con alegría y alivio.
Son, por lo tanto, las personas que perciben la vuelta al trabajo como una situación desagradable las que tienen más posibilidades de tener un trastorno postvacacional y lo padecen, aproximadamente, un 30% de la población mundial.
¿QUIÉN SE VE AFECTADO POR EL SÍNDROME POSTVACACIONAL?
Personalidades extremadamente controladoras a las que cualquier cambio en su rutina les produce tensión, nerviosismo y estrés.
Los que tienen pensamientos catastrofistas y negativos que imaginan que su vida se va a convertir en un desastre continuo.
Aquellas personas que les gusta planificar hasta el mínimo detalle y que, si surge cualquier aspecto no planificado les produce estrés.
Los individuos con altos niveles de temor o fobias: aquellos que tienen miedo a equivocarse, a no estar a la altura, a no ser capaces, a la toma de decisiones, etc.
A los que se incorporan al trabajo sin haber disfrutado de un periodo de transición.
Aquellas personas que idealizan las vacaciones como la única etapa anual de bienestar personal y felicidad.
Trabajadores desmotivados, los “quemaos” en el trabajo, las personas que tienen problemas para relacionarse con sus compañeros, etc.
Los que tienen mucho tiempo seguido de vacaciones. Cuanto más largo es el periodo vacacional más puede afectar el trastorno.
¿Cómo aliviar el estrés vacacional?
Lo más favorable para tu salud emocional, mental y física, es realizar un pequeño periodo de adaptación y transición para hacer la vuelta lo más progresiva y llevadera posible.
Consejos para una vuelta al trabajo más saludable:
Si has estado de viaje o fuera de tu residencia habitual, no esperes al último día para volver.
Vuelve poco a poco a retomar los horarios y las rutinas habituales.
No planifiques demasiados asuntos para tu vuelta. Ve organizándote despacio y hazlo con objetivos pequeños y realistas.
Prioriza tus asuntos y resuélvelos yendo desde lo urgente a lo importante, sin agobios que puedan bloquearte.
Acepta y asume que siempre puede haber imprevistos y que, además, todos podemos cometer errores. Se subsanan y ya está.
Para las personas temerosas, cada día elige algo a lo que te puedes enfrentar y visualiza antes de levantarte por la mañana que te sientes seguro y que va a salir bien.
Aprovecha cualquier momento libre que tengas y disfruta con ello. No hace falta hacer grandes cosas. Los pequeños placeres diarios te hacen los días más satisfactorios: tu comida favorita, tomar un aperitivo con tu amigo íntimo, sentarte en un jardín diez minutos y tomar el sol, llegar a casa y sentir que es tu hogar…
Si te es posible, no te reincorpores un lunes. Hazlo finalizando la semana para que no tengas una primera jornada laboral demasiado larga después de las vacaciones.
No le concedas demasiada importancia a los síntomas postvacacionales e intenta mantener tu pensamiento positivo.
Acepta las emociones que te vayan surgiendo conforme se acerque el día de la vuelta al trabajo. Es importante que las sientas, las observes y las dejes ir. No te quedes con ellas más de lo necesario.
CONCLUSIONES:
Las vacaciones son el momento de romper con la rutina diaria y, también, pueden ayudarte a reflexionar sobre ti y tu vida.
Toma la vuelta a la rutina como el momento ideal para iniciar nuevos proyectos que tengan que ver con tu bienestar personal o familiar.
Quizá hacer algún curso de auto-ayuda, leer un buen libro que te inspire, o proponerte deshacerte de viejos hábitos y tomar nuevas y mejores rutinas mentales o emocionales, pueden ayudarte a disfrutar de un otoño e invierno saludable y feliz.
Si estás pensando en hacer una Formación completa sobre emociones, tipo máster, te puede interesar saber más sobre mi taller CLE. Puedes mirar la información y experiencias de mis alumnos en www.caminoalalibertademocional.com
Y déjame aquí abajo tus comentarios...¿Sufres tú de Síndrome Postvacacional?