Supongo que a estas alturas del nuevo año ya habrás hecho tu lista de propósitos para comenzar 2020 con nuevos retos.
Ir al gimnasio, hacer deporte, aprender un idioma, socializar más, sacarte el carnet de conducir, terminar lo que empezaste hace seis años…parece que cuando se comienza una nueva etapa sientes todo el ánimo y la motivación del mundo para iniciar también proyectos nuevos, pero, ¿cuánto te dura esa sensación?
¿cuántas veces has empezado y cuántas veces realmente has acabado y conseguido tus metas?
Y es que, sin duda, salir de tu zona de confort es el auténtico reto y seguramente, el más duro de conseguir.
El corazón se siente ilusionado pero la mente comienza a poner excusas hasta que, finalmente, consigue su propósito: volver a mantenerse en la zona de lo conocido.
En este nuevo artículo te daré pequeñas claves para que tu mente y tu corazón puedan viajar juntos mágicamente y conseguir que tus deseos se vean cumplidos.
ELIGE BIEN TUS PROPÓSITOS
Todos los seres humanos deseamos mejorar, es parte de nuestra condición humana.
Necesitas desarrollarte como persona para ir satisfaciendo esa necesidad interior de ser feliz y sentirte plena. Ayudar a los demás y sentir que progresas emocional, mental y espiritualmente son claves para tu propia realización personal.
Cuando decides proponerte nuevos desafíos es importante tener en cuenta algunos factores.
Por ejemplo, imagina que te gusta la montaña y haces de vez en cuando senderismo.
Un propósito realista podría ser decidir que una vez al mes vas a realizar una nueva ruta por tu provincia para conocer nuevos lugares y al mismo tiempo hacer ejercicio. Un objetivo fantasioso (al menos a corto plazo) sería proponerte que este año subirás seis montañas de tres mil metros de altura cada una.
También, ten bien definidos tus valores personales porque tu forma de ser y metas van estrechamente ligados a ellos. Si, en tu caso, eres una persona religiosa, quizá ayudar en tu parroquia a otros feligreses puede ser un buen objetivo.
Si te preocupa el calentamiento global, quizá puedas unirte a una organización que ayude a mejorar la situación climática. Explora tus creencias y tu forma de ver el mundo para conocerte mejor y saber elegir adecuadamente tus auténticos deseos.
Otra cosa efectiva que puedes hacer es imaginarte dentro de cinco o diez años. ¿Cómo te gustaría ser o donde te gustaría estar? Pues una vez que tengas claro como lo quieres, focalízate en ir consiguiéndolo año a año.
10 ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR TUS PROPÓSITOS
Una vez que tengas tu lista de deseos hecha, comienza la parte más laboriosa: establecer y crear los hábitos y rutinas necesarios para su realización.
1-Establece pocos objetivos o al menos hazlos de manera secuencial y lo más detallados posible. Si te propones por ejemplo cuatro acciones a lo largo de este año, intenta hacerlo por trimestres para no dispersarte.
2-Pon toda tu atención en uno solo. Focalízate al máximo en el objetivo y conviértelo en tu punto principal.
3-Comienza poco a poco. Querer hacerlo todo el primer día es posible que te produzca frustración ya que generar nuevos hábitos no es fácil y sobre todo la mente, necesita ir acostumbrándose a lo desconocido.
4-Sé perseverante y no te dejes vencer por un fallo o un desliz. Haz las cosas sin presión ni estrés.
5-Contacta con personas que hayan conseguido lo que tú quieres conseguir. No hay mejor motivación que las experiencias positivas de otros. Síguelos en redes sociales, contacta con ellos, apúntate a sus charlas o talleres. El grupo ayuda a mantener tu objetivo siempre presente.
6-Establece metas a corto plazo. Es mejor que cada tres meses por ejemplo puedas proponerte un nuevo objetivo, dentro del propósito inicial, para que vayas viendo resultados.
7-Utiliza un calendario, rotuladores de colores, pegatinas, todo lo que puedas poner en una pared y que a diario te recuerde tu objetivo. Lo digital en este caso es posible que no resulte práctico porque no te permite estar viendo constantemente tu meta y que tu cerebro no reciba señales subliminales cada vez que pasas por al lado.
8-Ten en cuenta que a veces puedes fallar, desmotivarte o sentir cierta frustración. No te rindas y ten siempre presente que es un PROCESO y que este no se consigue de un día para otro.
9-Si ya lo intentaste en el pasado y fracasaste, reflexiona y evalúa en qué momento ocurrió y los motivos. Que te sirvan de experiencia para que no vuelva a ocurrirte. Quizá lo mejor sería que buscaras un nuevo enfoque de la situación.
10-Apóyate en gente con tus mismas inquietudes, los grupos funcionan muy bien para conseguir tus propósitos de bienestar.
Te pongo un ejemplo práctico sobre cómo conseguir tus objetivos.
Vamos a suponer que este año, tu PROPÓSITO es conseguir llevar una vida más saludable a todos los niveles, incluidas las emociones. Para ello y como te he explicado más arriba, puedes establecer cuatro objetivos más a corto plazo:
1- Un primer objetivo podría ser inscribirte al Reto Emociones Saludables 2020 y entrar al grupo de facebook, una comunidad de personas maravillosas con ganas de mejorar, en dónde podrás seguir seguir cada día una estrategia para conocer y sanar tus emociones. Así podrás cambiar conductas que te crean conflicto en tus relaciones. Además tendrás recursos para trabajar en ti y tu bienestar interior durante el primer trimestre del año.
2- Ahora que has aprendido a observarte y darte valor, el segundo trimestre puedes dedicarlo a cuidarte cambiando tus hábitos alimenticios. Esto conlleva informarte, saber cuáles son tus gustos y si puedes incorporarlos o no a tu nuevo enfoque, unirte a grupos de redes sociales profesionales y que puedan ofrecerte un punto de apoyo y de información que te ofrezca seguridad y motivación, etc.
3- Para el tercer trimestre puedes querer incorporar el ejercicio físico a la nueva manera de sentirte y mejorada forma de alimentarte.
4- Por último, y quizá venir como consecuencia de los otros tres objetivos, puede ayudarte un cambio de imagen. Renueva tu vestuario en la medida en que puedas hacerlo, cambia el color de tu pelo, el corte o incluso la decoración de tu comedor o habitación.
De todos modos, es muy probable que tengas que hacerlo porque, si has cambiado a mejor tus hábitos alimenticios, estás haciendo ejercicio y además estás mejorando tus emociones y pensamientos, tu cuerpo cambiará físicamente, adelgazando o moldeándose y es muy probable que necesites algo de ropa nueva y otra visión diferente de tu nueva yo.
Esto es solo una sugerencia. Al final la decisiones sobre tu vida y tu bienestar son tuyas. Lo importante es que con este ejemplo te quede un poco más claro cómo llevar a cabo tus deseos.